La operación fue exitosa: finalmente podemos llevar a nuestro gato a casa. Vale la pena recordar que el gato debe ser recogido del consultorio sólo después de que se haya recuperado por completo de la anestesia. Después del procedimiento, debido a los medicamentos administrados, puede comportarse de manera diferente a lo habitual. Es posible que notemos somnolencia, ansiedad y dificultades para mantener el equilibrio. Estos síntomas deberían desaparecer después de unas pocas o varias horas. Una vez completada la operación, el médico seguramente nos proporcionará información precisa sobre la salud, el tiempo y el curso de la convalecencia del paciente felino.
Cada procedimiento veterinario está asociado con mucho estrés para un gato. La narcosis también reduce la temperatura corporal, lo que aumenta el riesgo de hipotermia. Después de despertar, el gato también puede vomitar.
Para la comodidad de la sala, vale la pena garantizar las condiciones de transporte adecuadas. Después de la operación, el gato debe colocarse en un transportador, forrado con material aislante y almohadillas higiénicas. Para proteger a tu mascota del frío, vale la pena cubrirlo con una manta suave y cálida con un olor familiar.
Debes vigilar a tu mascota durante el viaje. Es una buena idea hablarle con una voz suave y calmada, ya que puede tener un efecto tranquilizador en él.
Área de descanso para gatos después de la cirugía
Para la seguridad y comodidad de un gato convaleciente, es sumamente importante preparar un lugar adecuado para descansar. Afortunadamente, la modificación del espacio no es necesaria. Sin embargo, todos los cambios en el entorno del hogar deben realizarse antes del procedimiento; gracias a esto, el gato podrá acostumbrarse a ellos y no estará expuesto a estrés adicional después de la cirugía. Lo mejor es crear un área de descanso para su gato después de la cirugía en un lugar tranquilo y cálido.
Después de los tratamientos, los ronroneos son hipersensibles a la luz y los sonidos, por lo que debe aislarlos de los electrodomésticos ruidosos, cubrir las ventanas con persianas y cubrir la guarida con cortinas. Un gato puede tener una guarida en forma de caseta, lo que limita la entrada de estímulos perturbadores. La ropa de cama de la mascota debe colocarse en el suelo.
Después de la operación, el gato no puede trepar ni saltar. Retire los rascadores y otros accesorios de escalada del entorno. Vale la pena dificultar que el gato acceda a muebles y estanterías. Si nuestra mascota es extremadamente móvil, puede ser una buena solución colocarla en una jaula espaciosa. Todos los accesorios más importantes (cajas de arena, comederos y bebederos) deben colocarse cerca de la ropa de cama de la mascota.
Para aumentar la sensación de seguridad del ronroneo, vale la pena pasar el mayor tiempo posible con él. Para la mayoría de los tratamientos, la actividad de la piel debe limitarse durante 2 semanas. Durante este tiempo, no se debe permitir que los gatos salgan a pasear en solitario. Si nuestro cliente no tolera la constante estancia en casa, merece la pena dejarle al menos observar el entorno a través de la ventana. También debes ocuparte de enriquecer el ambiente del hogar. Es mejor evitar los juegos locos. Durante el período de convalecencia, los juguetes interactivos que involucren el intelecto del gato funcionarán mejor. En lugar de divertirse, también puede tratar a su mascota con sesiones de caricias.
Dieta para gatos después de la cirugía
Las medidas dietéticas adecuadas pueden facilitar enormemente la recuperación de tu gato. No debe alimentar a su mascota inmediatamente después de la cirugía. La primera comida generalmente se puede ofrecer al ronroneo 6 horas después de la operación. En algunos procedimientos (especialmente en el tracto gastrointestinal) el tiempo de ayuno puede ser mayor. Después de la cirugía, su gato debe tener acceso ilimitado a agua limpia y fresca.
El cuidado de un gato después de la cirugía también está introduciendo una dieta especial. Las comidas del ronroneo deben ser de fácil digestión, de buena absorción y muy energéticas. El gato debe ser alimentado con un alimento de alta palatabilidad. Por lo tanto, los alimentos húmedos que se distinguen por un aroma intenso, una consistencia natural y un sabor extraordinario funcionarán muy bien. Esto les permite contrarrestar la pérdida de apetito, que a menudo se observa en los gatos después de una cirugía. Vale la pena buscar productos en forma de mousses, patés o sopas. También es una buena idea usar alimentos especiales para convalecientes. Se caracterizan por un alto contenido en proteínas, energía, vitaminas y minerales.
Gracias a esto, protegen a los animales contra la pérdida de masa muscular, dan fuerza y aceleran la regeneración del organismo. En algunos furries, puede ser necesario el uso de fórmulas veterinarias destinadas a animales con problemas de salud específicos (por ejemplo, enfermedades gastrointestinales). Recuerda, eso sí, que a la hora de elegir la comida para gatos tras una cirugía, debemos consultar a un veterinario.